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«Contar mi historia a los demás para poder ayudar a sanar sus heridas, sanó las mías», Inés Bello

En esta inspiradora entrevista conocemos a Inés Bello, una apasionada coach que eligió esta profesión como una vocación para ayudar a los demás. Fascinada por el mundo de la mente, comparte su experiencia en su libro Salí a buscarme, una novela testimonial que aborda el tema del abuso infantil y cómo la autoayuda puede sanar heridas. Su libro está disponible en Bubok, y en él invita a los lectores a descubrir la fuerza transformadora de la autoayuda.

¿Cómo elegiste ser coach y no otra profesión? ¿Era una llamada para ayudar a los demás?

Siempre me ha parecido fascinante el mundo de la mente. Me formé como coach, porque poder hablar de mis heridas, con normalidad, entendiéndolas como parte de mi persona y de mi historia, me ayudó a alcanzar objetivos y paz en mi vida cotidiana y mental. Ahora lo utilizo para apoyar y servir de guía a todas esas personas que necesitan descubrir sus fortalezas, superar obstáculos y alcanzar las metas que parecían inalcanzables.

¿Qué importancia tiene el correcto desarrollo de nuestra inteligencia emocional en nuestro día a día?

El correcto desarrollo de nuestra inteligencia emocional es de vital importancia en nuestras vidas. Cuando poseemos una inteligencia emocional desarrollada, somos capaces de reconocer, comprender y gestionar nuestras propias emociones de manera afectiva. Esto nos permite manejar el estrés, resolver conflictos, tomar decisiones acertadas y mantener relaciones saludables.

¿Cómo te presentarías a nuestros lectores que todavía no te conocen?

En primer lugar, me considero una persona normal, con pasiones, metas, sueños y miedos, al igual que cualquier persona. Pero también creo en la importancia de encontrar el equilibrio en la vida y disfrutar tanto de los logros profesionales, como de los logros personales y tomar como aprendizaje, cuando miras hacia atrás, a tus experiencias pasadas y puedes agradecer por las lecciones y crecimiento que te han dado.

Salí a buscarme es un libro duro, pero que muestra una triste realidad para muchas niñas y mujeres. ¿Cómo te inspiraste para escribir un libro así?

Me inspiré en la cruda realidad de muchas niñas, de mujeres que sufren en silencio y de mi propia experiencia. De esas mujeres y niñas que siguen sufriendo a día de hoy, al igual que ha sucedido en generaciones pasadas y están guardando un dolor incapaz de soltar, por el miedo y la vergüenza.

¿Tenías en mente la historia de una paciente, una familiar, una amiga o, incluso tu propia experiencia cuando contabas las dificultades que tenía Constanza a lo largo de su vida?

Tenía en mente mi propia experiencia desde el momento cero. Contar mi historia a los demás para poder ayudar a sanar sus propias historias, sanó la mía.

¿Qué dificultades significó para ti, personalmente, el proceso de escribir el libro?

Lo más difícil para mí fue tener que revivir momentos dolorosos que tenía reprimidos inconscientemente para no sufrir, pero por otra parte me sirvió como terapia, pues siempre digo «lo que eres incapaz de soltar por la boca, un bolígrafo o un lápiz y cualquier trozo de papel, lo terminará haciendo por ti».

Animarme a escribir este libro, expresar mis sentimientos y ser vulnerable, me ayudo a no esconder lo que siento.

¿Cómo definirías tú el trauma?

El trauma lo defino, como una herida, algo inesperado que perturba tu bienestar.

 ¿Podemos realmente superarlo o simplemente aprendemos a vivir con él?

Aunque el proceso puede ser difícil, requiere tiempo, apoyo y paciencia, muchas persona pueden recuperarse y reconstruir sus vidas después de experiencias traumáticas. Es importante también precisar, que cada persona es única y necesitan su tiempo y encontrar su propio camino hacia la sanación.

¿Cuál era tu principal intención al escribir este libro?

Poder servir y ayudar a través de la escritura y ser una luz para muchas personas que se sienten identificadas con situaciones similares.

El abuso infantil es un tema que nos concierne, pero que no hablamos suficientemente al detalle. ¿Crees que con Salí a buscarme conseguirás abrir un poco la conversación?

Me gustaría, ya que el abuso infantil no es un tema de conversación del que se hable abiertamente, pues muchas veces suceden dentro del ámbito familiar y esto no se puede contar, con lo que se mantiene en secreto.

Pero poder hablar de este tema, sin sentir miedo, sin sentir rechazo, con alguien de fiar y que te apoye, puede ayudar a recuperar la confianza, para que de esta forma tome la decisión de denuncia el hecho.

¿Te gustaría seguir escribiendo sobre temas duros o preferirías virar hacia algún tema más fácil de manejar y de escribir?

Me encanta escribir sobre estos temas y todo lo que esté relacionado con la autoayuda me apasiona, aunque sea en forma de novela testimonial. Aunque la variedad tampoco está mal y no descarto escribir sobre temas diferentes, como novela negra, intriga, suspense, eróticas, etc… Pero la autoayuda es mi prioridad.

¿Dónde te pueden encontrar nuestros lectores?

Me pueden encontrar en mi blog, www.inesbello.com, mi cuenta de Instagram, de Facebook y de Twitter. También pueden contactar conmigo a través de mi correo electrónico, inesbelloh@gmail.com.

Muchas gracias a Inés Bello por dedicarnos un momento de su día para concedernos esta entrevista. A todos los lectores que estén interesados en conocer más a Inés Bello y su labor, os recordamos que “Salí a buscarme” está disponible en Bubok, La Casa del Libro, Amazon, Rakuten Kobo, Google Books y en tú librería habitual.

Estoy triste, no hacia falta hacerme tanto daño, hubieron momentos que yo no estuve a la altura, pero tampoco me merecía esto…

No todo el mundo tiene tu corazón y tu forma de ver la vida… No todo el mundo siente y piensa como tú… No todo el mundo va a la misma velocidad o a la misma lentitud…

Eres tú quien decide sufrir con algunas situaciones, los demás solo están viviendo su momento y situación elegidas por ellos mismos, cada uno sufre, es feliz y vive a su manera…

No te culpes por no entenderlos ni por no entenderte a ti mism@, simplemente es… Saber que es lo que quieres y dejar que toda fluya, sin prisas, sin dolor, ni rabia, simplemente sintiendo que si te detienes la vida sigue su curso y tú estás perdiendo la oportunidad de cambiar tu rumbo…

Tú eliges ser feliz o ser infeliz, en ti esta la respuesta.

Si pudiera modificar mi conducta, mis palabras, retroceder y regresar de nuevo al punto de partida, intentaría traer a mi memoria o retener el momento en que una ofensa fue recibida.

No la tendría en cuenta y olvidarla intentaría, pues mis profundos conocimientos de ser y de mi saber me harían reconocer que rectificar es de sabio.

No lo tomaría como una derrota, ni pensaría que al hacerlo, le daría la oportunidad de venganza al rival que previamente le hice escuchar sin lógica y sin sentido común, que todo lo dicho tiene que ser conforme a mi razón.

Equivocarme es mi defecto, pedir disculpa es mi aptitud y no me guardes rencor ni enojo por algo ya pasado.

Emoción desagradable que disgusta mi sentido, me agobio, tengo miedo, no quiero perder el control, desconozco lo que me va a ocurrir, tomo precaución.

Siento la muerte inminente, mi concentración está al limite, me preparo para un desastre yacente.

Amortajo la realidad de algo inconsciente e irracional, obro de forma imprudente y no miro consecuencia ni riesgos que comportan, no obedezco a la razón.

Esa razón que me lleva a la conclusión, que mi conducta es con un fin, hacer frente alguna situación… Por lo tanto ayudo a mi conocimiento a comprender que soy un ser con esencia, por todo lo almacenado en mi experiencia vital y estar alerta solo me lleva a ser más eficiente y a decirme que no hay motivo aparente al peligro real, que mi mente como algo natural siente.

Desafiar al terrible dolor de perder a un ser querido te puede llevar a la confusión, la perturbación, trastorno o desconcierto.

Te resultará difícil reconocer o distinguir tus emociones, pueden parecer una montaña rusa y aunque muchas veces te preguntes, ¿porqué a mí?, ¿algún día volveré a ser feliz?… No te agotes emocionalmente y aunque es posible que tu dolor vuelva inesperadamente por algún recuerdo forjado a fuego lento en tu mente, no busques la rivalidad ni incites a que tu capacidad de pensamiento intente doblegar la voluntad de tu corazón para que no pueda reaccionar. La provocación al dolor no te dará la respuesta.

«Para hallar consuelo es mejor dos que uno, pues si uno de ellos cae, el otro puede levantarlo».

Si pudiera volver hacia atrás, pediría encontrarla de nuevo.

Si pudiera volver hacia atrás, le pediría ese primer beso que me hizo querer a las mariposas.

Si pudiera volver hacia atrás, la llevaría a lugares desconocidos y a ese «no» le diría «ya veremos».

Si pudiera volver hacia atrás, le contaría mis miedos, mis bajadas y mis subidas y no me enfadaría porque un día me pidió algo que yo no comprendía.

Si pudiera volver hacia atrás, le pediría que se vista de esa sonrisa que me encantaba.

Si pudiera volver hacia atrás, mandaría al carajo todas esas dudas que nos estresaban.

Si pudiera volver hacia atrás, le pediría mil veces que se casara conmigo.

Si pudiera volver…

… pero ahora estoy aquí viendo como su vida se apaga, con lo fácil que hubiera sido decirle que mi vida sin ella no significa nada.

Ámame tal como soy, no me juzgues por mi determinación.

No enjuicies y censures cosas que diga y haga, es lo que deseo y quiero.

Simplemente estoy segura, muy esperanzada y de mis logros confiada.

Ámame tal como soy, no me juzgues por mi determinación.

Un día en tu vida puede ser pura magia. Tenemos la capacidad para usar el cuerpo y expresar ideas y sentimientos.

Podemos comunicar y usar nuestras emociones transformándolas en habilidades para hacer y deshacer situaciones.

Lo que quieras puede ser, usa tu mente como usas tus manos, para producir y cambiar cosas, pero sin alterar totalmente tus cualidades esenciales.

LA VANIDAD:

Hace mucho tiempo vivía una rosa no muy hermosa, pero su color y su dulzura la hacían ser la más llamativa del rosal. Cada mañana despertaba con las primeras luces del alba, bañada por el roció y ofrecía a todo lo que la rodeaba su dulce aroma, acompañada por la suave brisa del día.

Su danza era majestuosa, sutil, pero al mismo tiempo desgarradora pues solo podía presentarla a quien estuviera cerca de ella, ya que su condición le impedía mover sus raíces de aquel lugar y mañana tras mañana regalaba a la vista todo lo que ella creía que le hacía especial.

Tanto fue así que un pájaro de lindos colores se percató de su dulzura y fue a beber de sus pétalos, a cambio cantó para que ella siguiera su danza.

El pájaro no encontró motivo alguno para abandonar aquel lugar, ni siquiera las espinas que se clavaban en sus pequeñas patas causándole dolor, pero el consideraba que lo que la rosa le regalaba superaba cualquier sufrimiento, ya que bebía de ella, respiraba su olor y sentía que una pequeña parte de su danza iba destinada a el. Así cada día volaba a un lugar diferente para traer un presente y ofrecérselo a la rosa.

Un día llegó con una semilla, la que traía fuertemente agarrada con su pico para no extraviarla, pero la rosa más allá del agradecimiento le reprochó… ¿porqué me traes ese presente?, ¿no te das cuenta que si cae en la tierra crecerá malas hierbas?, entonces me ahogaré y moriré !!… pero el pájaro más allá de enfadarse voló y con la siguiente aurora le trajo otro presente, esta vez fue un gusano para alimentarla, la rosa observando lo que le trajo de nuevo el pájaro se dirigió a este… ¿porqué un gusano?, ¿no te das cuenta de que el se alimentará de mi, me dejará sin hojas y ya no podré mecerme?, quedaré llena de huellas y entonces nadie se acordará que alguna vez existí.

Día tras día el pájaro volaba trayendo consigo un nuevo presente, el cual siempre la rosa ignoraba, porqué estaba demasiado ocupada en dejarse mecer por la brisa, tanto era así que no se percató de la llegada de la primavera.

El pájaro sintió tanta felicidad por la llegada de la nueva estación que fue a contárselo, pero ella más allá de sentir dicha, lo miró y lo que vio fue eso… «un pájaro», no se sintió reflejada en el, porque al fin y al cabo ella era delicada y no podía abandonar el lugar donde pertenecía, en cambio el tenía alas que le permitían volar y aunque se desvivía por hacerla feliz, ella solo veía un ser diferente y le dijo que «volara y no regresara jamás».

Y así pasaron los días y con ellos la rosa se dio cuenta que aunque diferente a ella, el pájaro era el único que se preocupaba por su existencia y empezó a sentirse triste, vacía y débil. Mientras tanto el pájaro para olvidarla buscaba nuevos lugares, pero sin ningún resultado, ya que su corazón estaba unido a la rosa.

Un día decidió volver y se encontró que la rosa se marchitaba y quedándose junto a ella vio con tristeza como perdía sus pétalos. Con cada uno de ellos se iba la alegría, la compañía, las diferencias, el color, la razón de volar cada día… y cuando cayo el último pétalo el pájaro abandonó la vida, pues en el tiempo que estuvo cerca de lo amado, se olvidó de comer, de dormir, de beber,… se había agarrado tanto a la rosa que ya no sentía el dolor de las espinas, heridas que le hacían sangrar y por las cuales abandonaba todo hilo de vida.

No se dieron un momento para decirse lo que sentían, pues aunque diferentes «SE AMABAN».

MORALEJA: En esta vida no se puede ser orgulloso y vanidoso en el amor, hay que ser humilde, bondadoso y generoso, teniendo el valor para decir lo que se siente aunque seamos diferentes.

Aprende del pájaro, para querer a la «ROSA» aprendió amar a sus espinas.

inesbello.com

Aunque estés rota de dolor, no olvides que estas viva y que eso es increíble.

Aprovecha este momento de celos e incertidumbre para saber cuales son tus metas, transforma toda esa rabia y esos celos en energía para resurgir y no permitas que otras personas perturben tu tranquilidad.

No te alimentes del dolor, abrázalo y acéptalo, controla esa emoción que ahora sientes y no te preocupes, todo pasa por algo.

El amor no duele, ni es vanidoso ni orgulloso, todo lo contrario, por lo tanto visualiza que es para ti una pareja de verdad y no permitas que las inseguridades de otros te afecten… TU sabes cuales son tus sentimientos, pero no puedes controlar los sentimientos de los demás… Trabaja el desapego y veras que todo te ira bien.