Dolor
Desafiar al terrible dolor de perder a un ser querido te puede llevar a la confusión, la perturbación, trastorno o desconcierto.
Te resultará difícil reconocer o distinguir tus emociones, pueden parecer una montaña rusa y aunque muchas veces te preguntes, ¿porqué a mí?, ¿algún día volveré a ser feliz?… No te agotes emocionalmente y aunque es posible que tu dolor vuelva inesperadamente por algún recuerdo forjado a fuego lento en tu mente, no busques la rivalidad ni incites a que tu capacidad de pensamiento intente doblegar la voluntad de tu corazón para que no pueda reaccionar. La provocación al dolor no te dará la respuesta.
«Para hallar consuelo es mejor dos que uno, pues si uno de ellos cae, el otro puede levantarlo».